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En la página anterior te explicamos cómo puedes calcular el valor mínimo de tu hora de trabajo. Sin embargo, es importante que realices una pequeña investigación para comparar tu tarifa con las que encuentras en el mercado laboral en tu zona.
Esto te ayudará a definir si puedes mantener tus precios o, si por el contrario, es necesario disminuirlos o aumentarlos.
Recuerda que tu tarifa por baja que sea debe tener un sentido financiero, es decir, debe cubrir tus gastos fijos mensuales para que tu negocio sea rentable.
No se trata de establecer tarifas basadas en lo que más te conviene o en lo que dicen tus clientes, para tener éxito como freelancer es indispensable comprender cuánto cobrar por tus servicios, conocimientos y experiencia.
Como trabajador independiente eres el responsable de controlar los proyectos que realizas y por ende, de generar las facturas necesarias para recibir tu pago. Por esta razón, facturar por proyecto y no por hora trabajada resulta más eficiente.
Imagina la cantidad de documentos que tendrías que crear, autorizar y firmar por cada tarea que finalizas. Además, hay labores que toman tan poco tiempo que calcular su valor es un poco difícil.
Si un cliente te solicita un presupuesto basado en tiempo de trabajo, ofrécele realizar una factura por día basándote en el valor mínimo de tu hora.
Al facturar un proyecto por días, tienes la opción de sumar el valor de varias jornadas y establecer un precio incluso más económico para tu cliente. Esto fortalecerá la relación con muchos de ellos.
Otro punto que debes tener en cuenta al momento de cobrar son los impuestos o aportes que por ley deben realizar los trabajadores independientes en cada país. ¡En la siguiente página te contamos sobre ellos!
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